Love !

26.3.10

Simon John Ritchie (1957-1979)


Después de declarar por la muerte de Spungen, un periodista entrevistó brevemente a Vicious, quien salió temblando y parecía sobrio, taciturno e introvertido.
Entrevistador: ¿Te estás divirtiendo en este momento?
Vicious: Ja ¿Lo dices enserio? No, no me estoy divirtiendo.
Entrevistador: ¿En donde te gustaría estar ahora?
Vicious: 3 metros bajo tierra.
Entrevistador ¿Lo dices en serio?
Vicious: (apacible y triste) Oh sí.

Grave error


Si, me acabo de dar cuenta que un "empanedado" no es lo mismo que un "emparedado". Me di cuenta de mi error gracias al Google, el cerebro que nunca nadie tuvo. Solo por buscar imágenes de "empanedados"... y mi mágico amigo me corrijo con su típica frase: quizás quiso decir: emparedado

Libertad


¡Libertad! No existe nada más preciado en el mundo que el derecho que tiene todo ciudadano de correcto proceder a ser libre.
¿Cómo es posible que alguien pueda ser capaz de privar de su libertad a otro ser humano bajo condiciones precarias, lejos de sus seres queridos y sin la posibilidad de comunicarse con el mundo exterior, apagando su vida y la de sus familiares?
El hecho de despertarnos en la mañana y saber que hay un mundo afuera que nos espera, pero sobre todo, el hecho de ser LIBRES para poder escoger qué hacer, qué pensar, a dónde ir, qué ver… eso no tiene precio. Y nadie tiene derecho a quitarle a otro la libertad de actuar, de pensar, de ser, de compartir, de amar….
Sin LIBERTAD no hay nada. No hay ilusiones, no hay ganas, no hay fuerzas. Y ni hablar de lo que deben padecer los allegados de una persona secuestrada. Viven en carne propia el fin de la tranquilidad y de noches de sueño en paz. Continúan adelante con el miedo y la incertidumbre.
Libertad, no es solo una palabra. Libertad es mucho más, mucho más.

Costumbres

“¿Por qué hiciste eso?” preguntó su marido.
“No sé, mi madre solía hacerlo siempre”
“¿Por qué recortaba las esquinas del jamón tu madre?”
“No sé, sólo lo hacía – ¿qué importa?”
“Telefonea a tu madre y pregúntale por qué recortaba las esquinas del jamón”

Ella telefoneó a su madre.

¿”Mamá, recuerdas cuando yo era niña y tu solías recortar las esquinas del jamón?. ¿Por qué lo hacías?”
“¡Porque mi cacerola no era nunca suficientemente grande!”

Si su marido no hubiera hecho la pregunta “¿Por qué?”, ella habría continuado recortando las esquinas del jamón y sus hijos muy posiblemente lo habrían hecho también. Así es cómo una generación permite que su sentido de identidad propia esté condicionado por las generaciones más viejas, padres, profesores y personas de los medios de comunicación. No preguntan por qué. Esta mentalidad de esponja y el deseo de imponer los pensamientos y creencias de uno a los otros han creado un vehículo asombrosamente eficaz para controlar la dirección del mundo.

Puta, que problema che...

¿Qué nos importa más?, ¿el problema, o el morbo que genera un problema?
¿Qué nos importa más?, ¿como se encuentra la gente, o que dice la gente de fuera?
¿Porque nos preocupamos por los demás?, ¿por ellos, o para sentirnos mejor nosotros?
¿Porque es tan fácil dar consejos? ¿Cuando nadie actuaría de la misma forma en una situación igual?

Jump


Corre con los pelos al viento
en un mar de destellos,
corre hasta quedarte casi sin aliento
salta con los brazos abiertos,
ya no toques el suelo y tu cuerpo
remonta el vuelo hacia el cielo.

Por primera vez sabes
que esto no es un sueño,
ahora estamos despiertos
este es nuestro momento.

Salta aunque nadie te comprenda
por encima de cabezas huecas,
salta como un gato,
tu no eres un pájaro enjaulado.

Nadie sabe nuestro secreto
nadie quiere saberlo.

Salta, salta, salta.

El valor del Tiempo


Tan importante es un segundo como una hora, en trabajo, en amistad, en productividad, en hacer algo bueno con nuestra vida...

· Para darse cuenta del valor de un año: preguntarle a un estudiante que ha fallado en un examen final.
· Para darse cuenta del valor de un mes: preguntarle a una madre que ha dado a luz a un bebe prematuro.
· Para darse cuenta del valor de una semana: preguntarle al editor de un diario semanal.
· Para darse cuenta del valor de una hora: preguntarle a amantes que esperan para verse.
· Para darse cuenta del valor de un minuto: preguntarle a quien ha perdido el tren, el ómnibus o el avión.
· Para darse cuenta del valor de un segundo: preguntarle a una persona que ha sobrevivido de un accidente.
· Para darse cuenta del valor de un milisegundo: preguntarle al competidor que ha ganado una medalla de plata en las olimpiadas.

El tiempo no espera para ninguno. Disfruta la vida. Vive el momento. Viví el hoy.

Muros

Todo se reduce a unos muros. El que debo saltar para acabar mis prácticas, el que debo sortear para poder entrar en un quirófano, y luego está el más importante: el que te separa de la gente con la que trabajas. No ayuda a agarrar confianza, ni a hacer amigos. Debes levantar un muro que te separe del resto del mundo. Cierta gente es demasiado peligrosa. Todo se reduce a unos muros que levantas con arena rogando que nadie los salte.
En algún momento, hay que decidirse. Los muros no mantienen a los demás fuera sino a tí dentro. La vida es un caos, somos así. Puedes pasarte la vida levantando muros, o puedes vivirla saltándolos. Aunque hay algunos muros demasiado peligrosos para cruzarlos. Lo único que sé es que si finalmente te aventuras a cruzar, las vistas al otro lado son fantásticas.

11.3.10

Crisis

Así como cada uno tiene la crisis de los 30, la de la primera vez, y muchas otras más… a esta la vamos a llamar “crisis del principio de la independencia”.
Te empezás a dar cuenta que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años. Te das cuenta de que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios por diferentes cuestiones: secundaria, estudios, pareja, familia, etc. Y cada vez disfrutas más de esa hamburguesa en Mc. Donald’s que te sirve como excusa para charlar un rato y contarnos todos los chismes para estar siempre informados. Las multitudes ya no son “tan divertidas” y hasta a veces te incomodan.
Extrañas la comodidad de no tener orientaciones, de los grupos, de socializar con la misma gente de forma constante. Pero te empezás a dar cuenta que mientras algunos eran verdaderos amigos otros no eran tan especiales después de todo.
Te empezás a dar cuenta de que algunas personas son egoístas y que, a lo mejor, esos amigos que creías cercanos no son exactamente las mejores personas que has conocido y que la gente con la que has perdido contacto resultan ser amigos de los más importantes para ti.
Reís con más ganas, pero lloras más con menos lágrimas, y con más dolor. Quizás te acostarás por las noches y te preguntes porque dijiste: “mejores amigas/os” antes de conocer lo suficientemente para saber quién es. El resto de tus “bests” te ven como si llevaras años de novia/o y que vas por el camino del compromiso y la obsesión y que “ya no sos la misma de antes”. Gente ciega y egoísta a la que llamabas “amiga/o”.
Las citas de una noche y emborracharse, y actuar como un idiota nos van a empezar a parecer baratos y verdaderamente estúpido.
Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mismo, sobre lo que vale la pena y lo que no. Tus opiniones se vuelven más fuertes. Ves a los demás y te preguntas como hacen para estar tan bien, sin ningún problema y te encuentras a tu mismo juzgándote un poco más de lo usual porque de repente sientes que ya no sos nadie y que dentro de un par de meses quedaste en el pasado y que al escuchar mencionar tu nombre, otro diga: “¿Quién era esa/e?”. A veces te sientes genial e invencible, y otras… solo, con miedo y confundido.
De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta de que el pasado cada vez se aleja más y no hay otra opción que seguir avanzando. Te preocupas por el futuro y por hacer una vida para ti. Pero la vida es lo que sucede mientras estamos ocupados en planearla.
Tenemos solo 15 años, pero algunas veces nos encantaría volver uno o dos años atrás. Parece ser un lugar inestable, un camino lleno de transito, un desorden en la cabeza… pero todos los mayores dicen que es la mejor época de nuestras vidas y no tenemos que desaprovecharla por culpa de nuestros miedos, y menos arrepentirnos de los hechos…