Love !

25.2.10

Cenizas del Paraíso

Caminaba sola por la gran ciudad. Yo estaba atormentada; no podía más. A paso lento y melancólico me acerco a mi lugar: a mi Paraíso. Donde compartí los mejores momentos junto a él. Una vista única, un Paraíso real.
Levanto la vista, me encuentro a metros no más...
Otra pareja se encontraba en aquel lugr...
Simplemente, fueron claras Cenizas del Paraíso.

Volverte a ver

Paso tanto tiempo,
desde que te vi la última vez,
que ya no recuerdo
como fue que yo te lastimé.

Bajo las estrellas,
vos eras distinta a las demás,
no eras una de ellas,
vos nunca me ibas a engañar.

Tampoco me olvido,
que un día en la cama yo te amé.
Todo es un castigo,
te pido que vuelvas otra vez.

De noche no duermo,
pensando en lo que pudo ser,
y sueño despierto
con volver a tenerte alguna vez.

Fumando en la cama
agujas se clavan y no se si para mañana
podré escaparme del ayer.
Pero no me olvido...
que un día en tu cama yo te amé.
Todo es un castigo,
te pido que vuelvas otra vez.

¿Dónde estás?
No hay tiempo para pelear.

7.2.10

La vida en una pintura.

El paisaje. Una pintura mural que recorre cientos de kilómetros. Una foto que cambia y que está presente en todas partes. No habrá lugar donde mires y esta pintura no esté.
La única que no cambia con el paso del tiempo. Esta impresionante foto tiene la característica de no modificarse, hasta que se encuentra con el ser humano, quien destruye en ves de crear.
El paisaje es el resultado de nuestra paz interior. Es nuestro reflejo. Los arboles son vida; el verde esperanza; el gris tristeza; y el celeste paz. Se sabe que la vida es finita, pero esta pintura perdura en la eternidad.

6.2.10

El horizonte.

Solo una línea que divide el gran e interminable paisaje. Solo una línea indefinida e incolora que diferencia el cielo de la tierra. ¿Será la famosa división entre el bien y el mal? ¿La vida y la muerte? ¿La felicidad y la nostalgia? ¿Se podrá definir la imagen visual del horizonte? No lo creo.
Sólo una línea abstracta. Soñar es ver las formas invisibles a distancia imprecisa, y, con sensibles impulsos de esperanza y voluntad buscar el frío horizonte. Pensar en un horizonte es en principio construir una perspectiva. ¿El horizonte es una línea firme? ¿Es una pintura mural que cambia cada día movida por tempestades de color? ¿Hay un atajo para llegar al horizonte?.
Una línea “infinita” que se encuentra detrás de cada ventana. Pero hay un límite. Creo que el horizonte es la línea de la vida: la ves durante toda tu trayectoria en la tierra, pisando el suelo y sintiendo el viento; pero esa “interminable e infinita” línea… tiene un fin. La muerte. Ella existe y siempre llega a nosotros y sale ganando; nadie escapa.
Y ahí, ese es el momento cuando el sol se apaga y la mirada se oscurece. Y ahí, ese es el momento cuando ya no queda horizonte que admirar ni poesía que cantar.